INTRODUCCIÓN
El tema desarrollado tiene como propósito conocer, comprender, analizar y valorar la Fotografía como Arte.
Se recurrió al estudio del Arte como elemento interpretativo de la realidad para una sociedad civilizada y actual; el significado de Fotografía y a la Fotografía ubicada en un mundo de Arte.
Estos temas tienen por propósito ubicar a los alumnos y profesores en una concepción ecléctica frente a la información que poseemos. Este eclecticismo nos permitirá tener y dar diferentes interpretaciones de una misma realidad.
DEFINICIONES
Arte, en sentido general es una actividad humana que, sirviéndose de determinados conocimientos, los aplica para alcanzar un fin. Esta acepción engloba a su vez, tres distintas nociones del término: la de actividad estética en general, la de actividad estética plástico-gráfica y, finalmente la de oficio o habilidad técnica. El primer significado se encuentra sobre todo, en tratados filosóficos o de sociología general (estética), y con el se alude a toda actividad que, sirviéndose de la palabra, del sonido, de los medios plásticos gráficos o del espectáculo, se propone realizar una idea concebida por la fantasía y aprobada por el gusto y que tiene por fin la producción de lo bello. En el ámbito filosófico, sin embrago el término abarca la totalidad del hecho artístico. Pero el vocablo asume, no obstante, un significado mas restringido y que precisamente es el más utilizado en la actualidad; con el se indican sobre todo las Artes Plásticas y Gráficas (Arquitectura, Escultura y Pintura). El tercer sentido finalmente, se mantiene en locuciones burocráticas y administrativas (Artes y Oficios) o en textos históricos y críticos para indicar una habilidad especial en la ejecución de un trabajo.
Las polémicas contemporáneas sobre lo que es Arte (estética) podrán modificar y también en el futuro el significado del término en el cual hoy, en conclusión, se refiere a la actividad estética en general, sobre todo cuanto que es una actividad realizada mediante una técnica.
Fotografía etimológicamente significa escribir con luz y técnicamente la definimos como el proceso físico y químico que nos permite obtener imágenes estables.
La fotografía ubicada en un mundo de Arte no obedece a una ciencia o técnica determinada, sino recoge los valores del hombre. Por tanto la fotografía es el hombre discurriendo acerca de cómo es su imagen en el curso. La Fotografía discurre en lo que es el mundo.
ANALISIS DE LAS MISMAS
El mundo considerado en un concepto de unidad, así como una obra está en un sentido de unidad; una obra que se caracteriza por la precisión del 1.
Para discurrir en lo que es el mundo se necesitaría un estudio de puntos de vistas individuales, un scanner infinito, que apuntaría a lo complejo del ser humano. La pregunta entonces es como arribar a un estudio serio y objetivo: entendiéndose este concepto de unidad.
Esta unidad del mundo, de nuestro universo, es la cohabitación de los valores del hombre, es la coexistencia de las cosas que nos rodean, las que existen, las que somos.
La coexistencia se da en un equilibrio que es una experiencia de estructura.
La primera aproximación al equilibrio en la unidades la observación (más que observación, contemplación que no es otra cosa que el temple para ver). Esta observación se da en una función de equilibrio (f(equilibrio))= observación). Esta función de equilibrio es como se habita la arquitectura del cuerpo, como habitamos nuestra propia arquitectura: una razón de equilibrio.
Aquí se establece una orientación del cuerpo en un primer distingo, el primer paso en una vida de pasos. Esta es la primera experiencia en el desarrollo de la capacidad de visualización.
Pero los distingos son múltiples; lo lineal, lo cromático, lo direccional, etc., y otros por descubrir (en precisión, no descubrir sino fundar poéticamente) como lo discontinuo, lo cardinal, la incompletitud de lo impar, la completitud inconclusa, etc..
La capacidad de visualización está en una invención poética: establecidos los distingos se establecen las relaciones en la abstracción, establecer relaciones es una invención.
El Arte en la disputa de lo que es libre, de lo que es libertad, no existe en él, el “su” sino “la” obra. Entonces se hace un distingo en las relaciones del orden interno para terminar en “la” y no en “su”. La obra lleva en sí, sus propios distingos, es distinta, y esto la define como tal.
El quehacer del fotógrafo o del creador de imágenes es cuidar del fundamento poético de la invención. Poesía es la interpretación de la vida, una caracterización de “la cosa en sí” en que se transparenta la persona, la vocación. Entonces cuidar el fondo poético es cuidar esta exteriorización, el cuidar el volver externo lo interno.
Esta exteriorización se da en la capacidad de que todo el orden interno se vuelve externo; así como la ciencia del modelado, no ver la forma en su extensión sino siempre en profundidad, pero para el ojo escultórico la profundidad viene hacia el ojo, desde el centro de la masa escultórica hacia fuera.
La capacidad de exteriorizar no se da en un azar sino en un quehacer de decir en que orden, en que número; en un concepto de precisión en el orden y en la cantidad. Luego la capacidad de exteriorizar se presenta en la precisión de la ordinalidad y de la cardinalidad de las matemáticas.
El fundamento poético de nuestra invención en la abstracción se daría en la precisión de las matemáticas. ¿Cómo la capacidad de exteriorizar se puede presentar en tal precisión?.
Tenemos la libertad de la elección en el orden y en la cantidad de los elementos que disponemos. Libertada de decir en qué orden, (colocación de las cosas en el lugar que respectivamente les corresponde) y libertad de decir cuántos en lo cardinal (cantidad es todo lo que es capaz de aumento y disminución, y puede, por consiguiente medirse o numerarse; referida a su cardinalidad en lo fundamental, lo principal.
Ordinalidad y cardinalidad que están expresadas en números. Pero qué son y qué significan los números? Richard Dedekind (1831-1916)., matemático de nacionalidad alemana que sistematizó la teoría de los números irracionales, responde:”… en ciencia, lo que es demostrable no debe quedar sin demostración. Aunque esta meta parece tan razonable, creo que no se ha alcanzado ni siquiera en las presentaciones más recientes de los fundamentos de las ciencias más simples, a saber aquella parte de la lógica que trata de la teoría de los números. Al hablar de la aritmética (algebra, análisis) como parte de la lógica, quiero decir que considero al concepto de número como complemento independiente de las nociones o intuiciones del espacio y el tiempo, lo considero como un resultado inmediato de las leyes del pensamiento. Por esto, mi respuesta a los problemas propuestos en el título de este artículo es brevemente ésta: los números son creaciones libres de la mente humana; sirven como medios para aprehender más fácilmente y más exactamente las diferencias entre las cosas”.
Luego podemos decir que al pensar en números estaríamos realizando una creación libre propia de las leyes del pensamiento. Y esto avala la libertad de nuestra invención pensada en un orden y en una cantidad.
Ahora cabe pensar en la precisión de un sistema numérico N, orden denotado por A subconjunto de N, cantidad denotada por B subconjunto de N, entonces A, B pertenecen a N. ¿Podrían los elementos A y los de B presentarse en tal precisión que distingue al sistema de números N por su exactitud?
Vuelvo a citar a Dedekind, ahora en su carta dirigida al rector Dr. H. Keferstein de Hamburgo (27 de febrero de 1890), refiriéndose a su ensayo construído sobre un análisis de la sucesión de los números naturales y sus propiedades fundamentales e independientes entre sí de esta sucesión N: “... cómo podríamos despojar a estas propiedades de su carácter específicamente aritmético para que sean comprendidas bajo conceptos más generales y actividades tales del intelecto que sean suficientes para asegurar la confiabilidad y completitud de las pruebas y permitir la construcción de nociones consistentes y definiciones?
Tendríamos entonces, propiedades necesarias y suficientes para obtener una completidad de nuestra construcción inventiva; es decir, una invención lograda en una construcción que está en la completitud: entonces y sólo entonces esta invención es una obra, una obra que se da en una completitud (recordemos: toda obra de arte es tal construcción que nada le podemos agregar ni nada le podemos restar sin que falle su consistencia, por tanto, completa).
Luego la tarea es buscar tales propiedades que aseguren la construcción de nuestra invención en tal precisión que nos diga que nuestro quehacer es una obra (o que tan distante estaría de serlo si aplicamos la teoría de los umbrales).
Pensemos en algo: un sistema exacto consta de términos primitivos y axiomas. En un sistema axiomático se distinguen conceptos primitivos (no definidos) simples y mínimos, los axiomas (teoremas no demostrados) y la elección de una lógica para demostrar los axiomas usando los términos primitivos. Trabajamos con una lógica aristotélica, una lógica bivalente, dando ambos valores de verdad a los axiomas sobre los conceptos primitivos.
Euclides propone el concepto de evidencia, lo que es “no exacto” y sobre el cual deriva el sistema axiomático; es decir, el sistema axiomático deriva del concepto de evidencia de los axiomas. En el sistema axiomático se fundan axiomas de otros axiomas.
Al Formalismo, cuyo representante es Hilbert, podemos definirlo como la rigurosa observación de las formas o de las normas externas. El Formalismo sería un nuevo sistema: la elección de los axiomas se hace siempre que éstos cumplan tres condiciones:
a) Consistencia o compatibilidad: no se pueden elegir axiomas que se contradigan entre sí.
b) Independencia: los axiomas, ninguno de ellos debe derivar de otros axiomas.
c) Completitud: los axiomas en cantidad tal que si se agrega uno más no falle ni la consistencia ni la independencia entre sí.
Un sistema es completo cuando al agregar un axioma más falla la consistencia o la independencia.
Luego con estas tres condiciones se presenta un sistema que nos da la precisión de nuestra construcción inventiva. Entonces el fundamento poético de nuestra invención en la abstracción estaría en la precisión de las matemáticas. Los subconjuntos A y B se presentarían en tal precisión que caracteriza al conjunto N.
En las notas previas al Algoritmo de LaGrange aparece: “Si algún sentido tiene la palabra verdad, ésta nace en y de la relación de las diferentes teorías, el vínculo entre la diversidad de las teorías constituye la realidad del concepto tratado. La conexión de conexiones es propiamente la materia matemáticas”.
Consideremos que las matemáticas no van en pos de una teoría excluyente, entonces la unión por relaciones entre las teorías nos da precisión al concepto tratado.
Entonces, así como la lógica bivalente nos presenta el modelo en el cual se funda el sistema axiomático, LeGrange nos muestra cómo las diferentes teorías dan forma al concepto tratado.
LaGrange busca resolver la ecuación de tercer grado mediante una ecuación resolvente, lo que significa elevarla a un sexto grado y luego esta nueva ecuación se resuelve dando como resultado una ecuación con dos raíces (algoritmo de LaGrange).
Consideremos otros pensadores: Descartes quien define a partir del Discurso del Método: cualquier problema debe reducirse a ideas claras y distintas, la complejidad se puede reducir a elementos simples.
Liebniz: aún en las ideas más claras y distintas no dan siempre todo lo que se les pide y todo lo que se puede sacar de ellas.
LaGrange nos abre a pensar en una ecuación resolvente que nos regala la solución cuando el problema se limita a ideas claras y distintas.
LaGrange nos da precisión a la medida de la obra.
La invención se nos presenta en un orden interno, un orden preciso que también se determina en una exactitud según el pensamiento de Platón. Nuestro pensador en el Dialogo mide cada palabra que decimos y en tal orden nos da la exactitud en la precisión.
La pregunta entonces es como concebir las características de “la cosa en sí” de un orden interno de ella, a un orden externo, exteriorizado en la invención: aquí sería necesario el método platónico: discernir, definir y entender que es la base del conocimiento de algo. No podemos exteriorizar sino discernimos, definimos y entendemos estos rasgos de un órgano abstracto como tal.
Discernir, la primera preocupación filosófica de Sócrates, que es separar lo aparente de lo real, “el ser del parecer ser”. Esta es una decisión en que hay una dimensión esencial, el discernir lo que es y lo que no es de algo.
Definir es el desdoblamiento que supone discernir entre “el que es y lo que es”. Este desdoblamiento es explicar cada uno de los aspectos o fisonomía de la cosa en cuestión. Si se puede hacer este análisis circunscribiendo con precisión los límites como perfiles unitarios, es definir algo.
Entender: el concepto de “qué es” lo podemos hacer coincidir con un “porqué”. Es la necesidad de que algo sea como es y no de otra manera. El entender es haber demostrado su intrínseca necesidad.
Entonces de esta manera Platón mide cada palabra que decimos en el saber de la obra.
La extensión o la profundidad entre interno y externo es una distancia como la distancia entre saber y hacer o conocer y hacer.
Es una distancia como la distancia entre la capacidad de visualización y la inventiva. Es una distancia como la distancia entre artificio y obra.
La construcción de la obra se da en un volver externo el orden interno: la capacidad de traer a presencia.
Cuidado de lo que tiene que estar presente lo esté, la capacidad de traer a presencia es el alma del creativo, la necesidad de hacer todo presente, solo así se construye y construir nunca es fruto de una afición secundaria, sino de la destinación.
Ahora cabe la pregunta: cómo se da el estudio de estas cosas; la experiencia de ser en Taller: en el Taller se caracteriza el modo de estudiar. El Taller es el espacio dónde se construye sobre la marcha.
La forma de avanzar en el estudio la define Eros mitológico, no como un dios, sino como mensajero entre hombres y dioses, recogiendo lo peculiar de lo divino y lo peculiar de lo humano, en ese intertanto se trabaja sobre la marcha, en un estado entre atlético y postrero, el equilibrio de la marcha de Eros.
CONCLUSIONES DE LAS MISMAS.
Se observa lo más inmediato, la unidad en la naturaleza y en las proporciones que de ella derivan y de esta forma tenemos los principios básicos de la composición para el plano, en donde reunimos, no otra cosa que, la “divina proporción” y región aurea determinados por Leonardo de Vinci. Luego avanzamos sobre el “desarrollo de las tensiones en un interior arquitectónico”. Y queremos continuar…
Pero la Pintura evoluciona desde una insinuación subjetiva en lo direccional de la pincelada o en la separación y racionalización de los colores hasta llegar al estilo más perfecto en su normalidad, el estilo de lo más alta belleza abstracta (para luego volver). La pintura contiene la historia del hombre y solo en tal sucesión.
La Fotografía entonces debe desarrollarse en todos los estilos, ésta es la tarea a la cual es llamado el creador de imágenes o el fotógrafo. Si la fotografía es su estudio, en su quehacer se desarrolla en los diferentes estilos, ésta estaría recogiendo los valores del hombre, estaría entonces discurriendo en cómo es el mundo y cómo es su imagen en él.
En el Arte se recogen los dones naturales. El sentido en que se toman o se despiertan estos dones naturales es conquistando un lugar que esté más allá del regio y del artificio. Y la obra no es regio ni artificio, la poesía es la que nos habla de lo que es una obra.
No somos creadores de lo integro, la obra no es conclusa, más a la obra nada le podemos agregar. El paso de inconcluso a lo concluso no se da sino se palpa en un primer instante.
Marco Antonio Meza
Agosto de 1992.
(Ensayo presentado en Incacea Viña del Mar para apoyo a la Escuela de Diseño y Perfil de la Carrera de Fotografía Publicitaria, 1992; Fundamentos de Chile Imagen Escuela de Fotografía (1996), hoy Escuela de Fotografía M.A.Meza).