Entrevista a SOLEDAD MONTERO




Entrevista a SOLEDAD MONTERO, quién expone FRAGMENTOS DESDE LA LOCURA, Sala el Farol Universidad de Valparaíso.
Por M. Meza, 23 de Abril de 2008.





Cuéntame de este trabajo.

Este trabajo terminó el año 2002 y corresponde a mi tesis, el 2004 me titulé como Fotógrafo Profesional del Instituto Arcos, di el examen. Un largo proceso de alrededor de diez años y que acaba de terminar recién con esta inauguración.

El trabajo consiste en interpretar desde la fotografía la locura, retratar mi locura, como si estuviese loca, tratar de interpretar las alucinaciones que me contaban los pacientes y yo traducirlo desde mi perspectiva. Y la mejor manera era hacerlo en un hospital psiquiátrico, pude haber trabajado en el campo, en la ciudad o en la playa, al final la locura uno lo puede ver en cualquier ámbito, pero preferí el hospital psiquiátrico para tener la referencia in situ, como se vive la locura.


¿Cómo fue la producción de este trabajo?

Comencé en 1998 en el Hospital Psiquiátrico de Santiago y a pesar de haber obtenido autorización por parte del hospital mismo, se presentó un problema en éste por lo cuál no se pudo concretar en ese momento. Sin embargo y finalmente logré trabajar con la gente de terapia ocupacional y ahí comencé a fotografiar y a enganchar con el tema. Yo iba a hacer un trabajo del instituto, un encargo de asignatura, y enganché con el tema y seguí trabajando.

Después cuando me vine a Valparaíso, en un aspecto más formal, presenté una carpeta de trabajo a la Junta Directiva del Hospital Psiquiátrico El Salvador de Valparaíso. Esta junta vio mis fotografías
Que habían sido tomadas en Santiago, y les gustó mi propuesta. Les gustó porque no era personalizar el trabajo, no se hacía retrato del paciente, no los iba a individualizar, y ellos lo consideraron bueno ya que se respetaba la privacidad del paciente y por tanto aceptaron que yo hiciese en este lugar mi tesis.

Tuve acceso libre a dos pabellones, que corresponden a los pacientes crónicos, los que estan medicados y que llevan muchos años en el hospital. No tuve acceso a aquellos pacientes que están en crisis, no porque no quisiesen que fotografiara sino por el riesgo de romper la seguridad, ellos están descompensados y podrían reaccionar mal frente a la cámara. De hecho, tuve algunos problemas con algunos pacientes, ya que ellos se paseaban por el patio, lugar en el que yo fotografiaba y uno que otro se anduvo molestando y fui atacada.

Al principio iba sin cámara, para que me reconocieran, después iba con cámara pero no fotografiaba y a la cuarta o quinta visita empecé a tomar fotos, no a los pacientes sino al recinto, después y de a poco empecé a fotografiarlos a ellos. Un proceso lento para que me aceptaran dentro del grupo. Fueron cuatro o cinco pacientes con los que entablé cierta amistad, con quienes logré relacionarme y así poder fotografiarlos.


¿Cuánto tiempo duró el trabajo en el hospital?

Fueron tres años, no todo el año, sino por períodos cortos de tres o cuatro meses en el primer año, un mes en el segundo año y un par de visitas en el tercero.


¿Te tocó estar con la misma gente?
Sí, con los mismos internos, pero no me reconocían, era como volver a empezar.


Después de realizar el trabajo, las fotografías procesadas, ¿cuál es la percepción?, ¿como ves este trabajo?, ¿que ves desde la propuesta inicial hasta lo logrado?

Me costó, hice una pequeña selección con aquellas que más me gustaban, pero no me plantee una perspectiva del trabajo, me gustaban algunas fotos, a otras les tenía cariño por las personas con que había trabajado, pero no había por dónde empezar a ordenarlas. Lo dejé decantar un tiempo y después de un año volví a retomar el trabajo, lo ordené y me dí cuenta que tenía cuatro grupos de fotos; las del primer acercamiento, luego las fotografías de las alucinaciones o de los fantasmas, aquellas que eran más de sombra u oscuras y otras en ue yo había reconocido a los internos y vera como la realidad, lo que estaba viviendo. Y así logré empezar a armar. Y este período además corresponde al tiempo en que fui un par de días a tomar las últimas fotografías que sentía que faltaban para cerrar el trabajo. Aquellas las tenía muy clara en mi mente y entonces empecé a estructurar la parte teórica, este trabajo corresponde a una tesis, el tema de la teoría de la locura y Francisco “Pancho” Sazo (quién presentó la exposición) me ayudó muchísimo desde la filosofía, me ayudó a encauzar la locura a una cosa más estética y no tan clínica como fue al inicio.


Háblame de la materialidad.

Es un proceso cruzado, película para diapositivas reveladas como negativos, digitalizadas desde la película por falta de laboratorio. Por tanto fueron imprimidas en papel fotográfico por proceso lambda. Entonces los colores saturados, los blancos reventados, los negros profundos, son parte de la propuesta.


¿Cómo ves esta extrema aprehensión del color que produce el cruzado, porqué esta selección?

Por el desborde e la locura, no sé si del color, yo no puedo ver como ellos, pero se me ocurre que si yo estuviese loca, vería solo colores planos, zonas casi sin detalles. Visiones borrosas, el hecho del color es para enfatizar el estar viviendo una alucinación, de que no estoy viendo algo real. Aunque la fotografía tampoco es real, traté alejarme lo más posible de una percepción de la realidad. Por esto el uso del movimiento, exposiciones largas, las fragmentaciones.


La selección del tamaño del cuadro marca cierto ritmo.

Cada fotografía más grande marca el inicio de cada serie, las series originales son mucho más extensas en número. Elegí lo más representativo he hice como primera foto la puerta de entrada. Debo reconocer que la selección fue sentimental, las que a mí más me gustaban. Puede alguien no estar de acuerdo con este método pero fue así. Y la última fotografía del perímetro fue para cerrar el ciclo, la fotografía de la partida …

Fallecimiento de JORGE CONTRERAS WOOD




A la comunidad de Fotógrafos de la región de Valparaíso y Nacional:

Tengo el deber de comunicar el lamentable y sensible fallecimiento del fotógrafo porteño JORGE CONTRERAS WOOD, este sábado 15 de marzo. Su funeral se llevó a cabo en la mañana del miércoles 19 del presente.

Jorge oriundo de Valparaíso, 42 años, hombre culto, educado y amable, residió durante muchos años en Europa y retornó a Chile, a su ciudad hace más de un año. Los recuerdos recientes están en su participación en la II Jornada Nacional de Fotografía (diciembre 2007) y en la reunión del proyecto externo del Arcos en el ex-yugoslavo de Las Heras (enero 2008).

Al día siguiente me visitó en mi taller, hablamos de otras cosas porque la rabia, la pena y la desesperanza a veces hay que dejarla de lado para mirar, mirarse y sonreír con dignidad, la dignidad de Jorge Contreras Wood.

Recientemente, el 5 de marzo y con motivo de la inauguración del año escolar por el Ejecutivo, lo encontré en el cerco policial que cerró la Avenida Alemania frente al Colegio Alimapu, él cámara en mano registrando el acontecimiento. Luego el 10 del presente, lo ví por última vez, temprano en la tarde, en la puerta fuera del CNCA fumando su puchito.

Aquí Dios y país no ha existido nunca, en las calles de Valparaíso Jorge anda caminando amablemente.

M Meza, 20 de Marzo 2008
_______________________________________________________________________


Publicación de Arnoldo Carvajal:

PALABRAS PARA UN AMIGO QUE QUISO DEJARNOS PARA SIEMPRE EN EL MES DE MARZO DEL 2008 ...


Estimados Amigos y Amigas, este 18 de marzo ha sido un día muy triste para este editor del Blog de Noticias de Arte y Cultura, pues ha sufrido la pérdida de un gran amigo y compañero en estos últimos dos años, mi amigo que decidió poner fin a su vida, Jorge Contreras Wood, a quién lo conociera en su oficio de fotógrafo y compañero de aventuras y trabajo, quien desinteresadamente colaboro con este, su servidor, en los registros de importantes proyectos en que nos vimos involucrados: con los amigos mexicanos de Morelia, en el proyecto “Rastros: el ojo privado”, en el registro e inauguración de las Pinturas del Salón Nacional de Viña del Mar y en alguno que otro trabajo extraoficial, quiero desde estas paginas rendir un especial homenaje personal a este gran amigo, que vino a Valparaíso, después de una larga estadía en Europa a intentar generarse un espacio en esta ciudad natal que lo vio crecer y aprender en sus primeros años como hombre de bien.

Consiguió algunos trabajos y estos de vez en vez, le fueron esquivos, además que, como frecuentemente ocurre por acá, que quieren el trabajo “súper” profesional y “algunos” que se lo den regalado, en fin. En el último tiempo trabajamos juntos en desarrollar una exposición la cual estaba bastante avanzada y que lleva por titulo "EL PATRIMONIO DESDE EL OJO IZQUIERDO" retratos de la vida en el Bar Liberty de Valparaíso, de los parroquianos del bar, Jorge deseaba que fuera su curador, y consiguiéramos donde exponerlas, buscando recursos en lo privado, deseaba que la inauguración fuera en el mismo Bar, hoy esa exposición quedo inconclusa y que ahora queda en el limbo, esperando… quizás hasta cuando… que como siempre, estas cosas ocurren en donde el autor no vera sus éxitos, puesto que después, cuando ya no estamos, valoramos las cosas siempre en la pérdida, cuando debiera ser al revés, valorarlas cuando las tenemos.
Jorge, tenía una gran esperanza de situarse como fotógrafo y artista de Valparaíso, pero, tuvo que enfrentarse a múltiples dificultades, por no tener un nombre y alguno que otro padrino que le apoyara, en este difícil medio cultural, donde todos son artistas o todos son gestores culturales y todos con la bienaventurada misión de ser y aportar a esta ciudad y su cultura, que sin embargo solo esta para los que ven a Valparaíso solo como una oportunidad de generarse un muy buen negocio a costa de estos "pobres" artistas.

Ojala, Jorge donde estés, puedas cumplir con tus deseos… hasta siempre.
A.

P.D. Expondré "EL PATRIMONIO DESDE EL OJO IZQUIERDO"como homenaje en el proximo Post.

http://noticiassobreartecultura.blogspot.com/2008_03_01_archive.html#2629048673747428819




Fotografía de Autor, Una Mirada Personal. Por LUIS POIROT

Artículo publicado en Revista DISEÑO Nº 12, Año 3, Marzo—Abril de 1992
La lucidez y actualidad del presente artículo publicado hace mas de 15 años viene a tomar un valor agregado: su indiscutible visión de futuro.
M. Meza.





FOTOGRAFÍA DE AUTOR, Una Mirada Personal.
Por Luis Poirot

Rodeados de un mundo de imágenes que miramos sin entender y sepultado en los cánones de la cultura escrita y de la lógica, confundimos técnica con lenguaje y aplicación de las técnicas fotográficas a otros lenguajes con descubrimiento del propio.

El panorama de la fotografía, entendida como lenguaje de expresión personal, es en algunos aspectos desolador. Lo que en otras sociedades es comprendido como parte de lo obvio, aquí permanece en las tinieblas de lo apenas expresado públicamente. El desconocimiento de la propia historia fotográfica nos lleva a un continuo reinventar de caminos ya recorridos. La falta de crítica con elementos mínimos de cultura fotográfica, que sepa ir más allá de intentar aplicar valores de la plástica a la fotografía, contribuye a acentuar la confusión. Así se ha visto que el trabajo de un plástico que se sirve de técnicas fotográficas ha producido en la crítica un suspiro de alivio, pues al fin pueden referirse al tema con parámetros conocidos, creyendo por este motivo entender lo fotográfico y elevándolo a la cima de cordilleras equivocadas.

¿Cómo escapar de la trampa de términos como “bonito”, “parece un cuadro” (cita textual de un director de museo), “típico” o “un instante oportuno”, que se nos aplica?

Abandonados a nuestra suerte, a los fotógrafos no nos queda más que tomar la palabra.

Sin duda, la figura de mayor relieve para la fotografía nacional, debido a la construcción de un mundo propio y por la difusión internacional de su obra, es Sergio Larraín. Un profesional que abandonó la fotografía hace ya más de 20 años –desencantado, quizás-, luego de trabajar intensamente en “Mágnum” de París. Y en los grandes semanarios de la época.

En un pequeño libro, editado modestamente en 1963, nos advertía: “Es en mi interior que busco la fotografía cuando con la cámara en la mano paseo la vista por fuera; puedo solidificar es mundo de fantasmas cuando encuentro algo que tiene resonancia en mí. La realidad visible es la base de proceso fotográfico, y también es el juego de organizar un rectángulo: geometría, con el rectángulo en la mano yo busco …”.

Figuras aisladas, como Jorge Sauré, retratista de su generación, de 1925 a 1935, o Antonio Quintana, incesante caminante del territorio, completan esta primera etapa de nuestra historia.

Más tarde, en 1973, el golpe de Estado destruye, además de muchas otras cosas, las tentativas colectivas de un grupo que intentaba una búsqueda alejada de la publicidad o de la estética paralizante de los “foto-clubs”.

Sin embargo, a comienzos de los años 80, aparecen fotógrafos que buscan, en exposiciones o en la prensa no oficial, expresar un mundo interior en rebelión al modo de sociedad impuesto. El aislamiento internacional en que cae la dictadura, afecta también, indirectamente, el conocimiento de la obra de esta generación. La fotografía, entonces, vive aquí una situación similar a la de otras disciplinas artísticas: su historia parece que se hace en otros lugares.

A pesar de todo, la fotografía en Chile tiene autores. Así lo demuestran los trabajos que ilustran estas páginas. Son obras de profesionales que enfrentan el gran desafío de romper la cortina del desconocimiento internacional y ganar el necesario espacio propio en la sociedad en que vivimos.

Las imágenes que acompañaron este artículo corresponden a los autores en el mismo orden:
LUIS POIROT, 1985
ERIC BERTENS, "El Chalet", Saladillo 1967
CLAUDIO PÉREZ, Santiago 1982
HELEN HUGHES, "Tropas en las calles de Santiago, 1983
SERGIO LARRAÍN, años 60
PAZ ERRÁZURIZ, "Conmemoración del poeta Pablo Neruda", Santiago 1981
HÉCTOR LÓPEZ, "En las afueras de Parque O'Higgins", Santiago 1985
CLAUDIO PÉREZ, Santiago 1986
CARMEN OSSA
ALEJANDRO HOPE, "Fiscalía Militar", 1987
ALEJANDRO HOPE, "Arresto después de una manifestación para los presos políticos", Santiago, Septiembre de 1986.
JORGE IANISZEWSKI, "El dolor de la familia Parada ante el ataúd del hijo degollado", Santiago 1985
FELIPE ROBIO, "Playa de Caleta Abarca" Viña del Mar
MIGUEL SAYAGO, "Bororo", 1986
OSCAR WITTKE, Valdivia, Sur de Chile, 1983

















MARTÍN CHAMBÍ, La Fotografía del Perú

Martin Chambi, fotógrafo peruano (1891-1973), señalado como el primer fotógrafo indígena de América Latina, tiene la virtud de documentar ricamente su entorno con una mirada enraizada en su cultura y una visión indigenista. Nació en una familia Inca dedicada a la agricultura.

Chamba recorre a lomo de mula los sectores rurales peruanos. Fue el primero en dar a conocer en documento fotográfico Macchu Picchu, después del su descubrimiento en 1915 Una circunstancia particular introduce a Chambi a la fotografía siendo contratado su padre por la compañía minera inglesa Santo Domingo en la explotación del oro, el joven Chambi tiene ocasión de convertirse en el ayudante del fotógrafo de la empresa quien le enseña las bases técnicas de la fotografía. Será luego, por un lapso de nueve años, aprendiz de Max T. Vargas, en su estudio de Arequipa, uno de los mejores dotados en el Perú. Conoce ahí la obra de Rembrandt que le inspira la utilización del contraste y del claro oscuro, por lo cual Chambi mereció el nombre de "poeta de la luz".

La actividad de Martín Chambi refleja bien el compromiso que asumió con su cultura y su época. Fue miembro fundador de la Academia de Artes Plásticas de Cuzco, del Instituto Americano de Arte, e igualmente, junto con sus hijos creó clubes de cine y de fotografía. Publicó sus fotos en los diarios El Sol y La Crónica del Perú y en 1930 cuando se instaló el ferrocarril entre Cuzco y Buenos Aires publicó en La Nación y en La Prensa de la capital argentina.

Irving Penn alquiló el estudio de Martín Chambi en 1948. Ahí comenzó el reconocimiento internacional de su obra. Luego fue el antropólogo y fotógrafo norteamericano Edward Ranney quien interesó a la Erthwatch Expedition de los Estados Unidos y organizó un viaje de profesores al Perú donde, durante dos meses, se revisó y clasificó las 14 mil placas de vidrio de su archivo, con la colaboración de Víctor y Julia Chambi, hijos fotógrafos de Martín. La investigación y el interés de Ranney concluye en una gran muestra en el Museo de Arte Moderno de Nueva York. Otras capitales del mundo rendirían un homenaje de reconocimiento a la labor fotográfica de Chambi: París, Londres, Zurich y Buenos Aires.

Su obra es un documento sensible que da testimonio del Perú, de su cultura indígena y de la aristocracia cuzqueña, escenas rurales y arquitectura colonial.








Entrevista a Víctor Caffarena.

Víctor Caffarena H. (Santiago, 1944), médico – cirujano, estudios por cinco años de Derecho recientemente, activo por más de treinta años como artista fotógrafo, residente desde temprana niñez en Valparaíso, estudios en el Liceo Eduardo De La Barra y posteriormente en la ex Universidad de Chile de Valparaíso. Actualmente vive en Villa Alemana.

Gestor en la Federación Chilena de Fotografía; socio entre otros clubes del Centro Cultural Fotográfico de Villa Alemana y Juez Nacional de la Federación Chilena de Fotografía. Ha sido desde una modesta posición un gran estudioso, facilitador de técnica y reconocido profesor de composición en fotografía a nivel nacional en el ámbito de los clubes asociados a Federación.


¿Víctor, que es una buena fotografía?

Si me lo preguntas, es porque crees en la diferencia entre buenas y malas ya que la tendencia del Arte Contemporáneo es decir que no hay fotografías malas.
En primer lugar hay un aspecto técnico que lo consideran quienes saben de técnica fotográfica. Acá podemos decir que hay fotografías buenas y malas.
En el aspecto artístico, es como decir, por ejemplo, voy a tocar el piano, y puedo hacerlo; pero me recordarás solamente por hacerlo sonar. ¡Y mal! Pero quien sabe de composición musical y ejecuta una pieza, lo recordarás con agrado aunque la melodía sea muy triste. El que no sabe de música dirá me agrada o no, pero no podrá decir si la pieza escuchada es buena o no. El que entiende de música, (los músicos entienden) sabrá además si la ejecución fue buena regular o mala.
Eso es lo que busco en la fotografía. Para mí, ésa es la idea. Una buena fotografía es aquella que la recuerdas con agrado, que te produce una emoción positiva o te transmite exactamente lo que el artista quiso hacer sentir al espectador. Una buena composición, como en todas las artes visuales, no es una moda ya pasada. Uno tiene que dominar ese lenguaje para producir sensaciones en los que observarán tu fotografía. Lograr que sientan lo que tú pretendes hacerles sentir.


¿Cómo han sido estos años dedicados a la fotografía, como te iniciaste?

Hice mi primer curso de Fotografía en el año 1975 en el Foto Cine Club de Valparaíso. Por mi profesión (médico – cirujano) necesitaba hacer un registro del antes y el después de una intervención, y hacerlo técnicamente bien. Tuve buenos profesores: Natalio Pellerano, Arturo Arenas, Manuel Opazo, Gastón Quintela y otros más que no recuerdo. De quién más aprendí fue de Gastón y sobre todo, por la voluntad y paciencia, de Manuel Opazo, contemporáneo mío ya que los otros han fallecido.

Fui fundador del Fotocine Club de Quilpué con Raúl Oberreuter entre otros, y también del desaparecido primer Fotocine Club de Viña del Mar. También en aquella época fui Presidente por dos períodos de la Federación Chilena de Fotografía, y recuerdo que por primera vez llevamos una Convención fuera de Santiago, incorporamos clubes de la zona Sur, que debían tener representantes en la Federación y que por distancia me pidieron que los representara. Así me hice también socio del Club de Concepción, y hoy soy Socio Honorario de los clubes de Concepción, Talcahuano y Huachipato. Pertenecí también al Foto Cine Club de Valparaíso en mis primeros años en la Fotografía.

Hasta diciembre pasado (2007) fui nuevamente Presidente del la Federación, con el compromiso de estar año con los socios del Sur, quienes son en grupo los más activos actualmente. Hoy el Presidente es Raúl Oberreuter y sigo en la Federación como Secretario de Actas.


¿Has estado más de treinta años en la fotografía, cómo visualizas la situación a nivel país en donde contamos con fondos públicos?, Lo más emblemático es Fondart.

Es difícil para los clubes el generar proyectos por el compromiso que significa el involucrarse con responsabilidad. El tiempo a dedicar es importante y hay que cumplir los compromisos en plazos establecidos. Esto complica un poco a los fotoclubes porque sus socios le dedican el tiempo destinado a afición en forma muy parcial y con mínima responsabilidad administrativa. Sin embargo, lo consideramos una buena opción. Recientemente el Fotocine Club de Chile ganó una propuesta al cumplir 70 años de existencia realizando una exposición en el Museo de Bellas Artes (actualmente en exhibición) con presencia de la Ministra del ramo. Un equipo de nuestra Federación también ganó un proyecto para la puesta en valor del patrimonio fotográfico de más de 3000 obras premiadas que posee. Hay una tendencia hacia estas instancias.


¿Como es el aspecto social?

A mí, la fotografía me ha dado muy buenos amigos, por ejemplo después de dar una charla a los socios del Sur, clases de composición, indiqué que “este tema les será de mucha ayuda en su trabajo y ojalá no lo olvidaran; pero si lo olvidan no importa. Lo que no deben olvidar es que por medio de la Fotografía harán muy buenos amigos, y esto sí es muy importante.”
Como dirigente a veces hay distintas opiniones en el manejo direccional y esto puede llevar a diferencias, pero esto es inherente a toda gestión directiva y las discrepancias no son personales. Los clubes generan muy buenas amistades. Dentro del Arte puedes ver que los fotógrafos son especiales en este aspecto. Se reúnen en clubes a nivel local, se asocian a nivel nacional e incluso internacional. Nuestra Federación está afiliada a la Federation Internationale de L’art Photographique (FIAP) con sede en Francia y reconocimiento de UNESCO. No tengo conocimiento que esto ocurra con otras ramas del Arte en forma tan fluida.


¿Como ves la inserción social de los clubes en su trayectoria en la sociedad?

Importante son las relaciones con las autoridades locales, nosotros como Club de Villa Alemana tenemos un gran apoyo por parte de la Municipalidad. Apoyo que nos hemos ganado respondiendo con seriedad y cumplimiento en las actividades propuestas. Hace un par de años se hermanó la ciudad de Villa Alemana con la ciudad de Belén, Israel. Se construyó una plaza, la actual Plaza Belén, y nos encargaron el registro fotográfico, el cual realizamos y agregamos por nuestra iniciativa, un video digital para el Alcalde de Belén y nuestras autoridades locales; por tanto hay una reciprocidad de apoyo que es muy positiva. La mayoría de los fotoclubes actúan de igual manera.


La Federación realizó una exposición de la comunidad de fotógrafos de Andorra en la Casa Crucero de Valparaíso, ¿cómo fue esa experiencia?


El Vicepresidente de FIAP, que además es el embajador cultural de Andorra, con quién estábamos en contacto desde el año pasado, viajó varias veces a Chile en función de una actividad realizada por el Consejo de la Cultura y las Artes, lo que nos sirvió para facilitar la gestión a través de su contacto personal y que culmina con esta exposición que seguirá exhibiéndose por distintos fotoclubes de Chile, y a su vez, obras de nuestros fotógrafos artistas se exhibirán en Andorra y España.
También tenemos socios que están en el extranjero y que por medio de las nuevas tecnologías como Internet permanecen en contacto y participando de nuestras actividades. Quisimos premiar su lealtad y compromiso con el club haciendo una exposición sólo con obras de estos ocho socios. Uno de ellos, Willy Suys, maestro FIAP, encargado de concursos FIAP, quién nos ha visitado en varias ocasiones, nos dio la idea de pedir patrocinio como exposición internacional a la FIAP. Así lo hicimos y logramos algo poco frecuente y único para nuestro país: una exposición internacional organizada por un club chileno y patrocinada por FIAP.


¿Cómo percibes la arremetida digital?

Lo que hace poco tiempo se pensaba como un futuro a plazo, es hoy el presente en Fotografía. Creo que lo negativo es el rechazo que provoca todo cambio, más aún si es en un corto período de tiempo. Esto significa que debes volver a aprender muchas cosas nuevas y practicarlas. Pero el lado positivo es inmenso y supera con creces lo negativo.

En un principio se discriminaba y se rechazaba en los distintos salones la fotografía digital. El Club de Villa Alemana fue uno de los primeros que decidió aceptar este tipo de soporte. Hoy ningún club la puede dejar fuera. La integra en la categoría tradicional o crea una sección especial digital, y esto está vigente gracias a un cambio de la reglamentación propuesta por nuestro club.

En lo personal partí muy precozmente como usuario de PC, cuando la fotografía digital era todavía inaplicable, por lo que la adopción de estas tecnologías no fue un problema. Ya hace bastante tiempo que no realizo fotografía tradicional, ahora hago sólo digital.


¿Que te gustaría a futuro para la fotografía?

Me gustaría que en Fotografía se considerara la imagen final, no importando su origen o el proceso para llegar a ella. Que sea la imagen final la que se valore como obra. Toda fotografía tiene un oficio, un rigor técnico que hoy se pretende desechar, pero se puede decir si una fotografía está técnicamente bien hecha. En fotografía hay parámetros, pero el decir que no existen fotografías malas yo no lo acepto. Tú como fotógrafo debes haber repetido varias veces una impresión porque considerabas que podría ser mejor aún. Yo me he gastado hasta cinco hojas para lograr lo que esperaba de una toma. Si uno puede encontrar estas diferencias menores, también será capaz de diferenciar cosas mayores.
En el trabajo fotográfico quién no sabe de técnica puede aceptar lo malo, si nunca ha experimentado o conocido por ejemplo la sensitometría o el sistema de zonas no sabrá que incluso hay instrumentos técnicos para medir aquello y será incapaz de diferenciar lo técnicamente bueno de lo que no lo es. Partiendo de lo técnicamente bueno, el resto es para los críticos, curadores o como se les denomine.


¿Por qué tenemos críticos de arte, de formación universitaria, que no ponen en valor la fotografía como tal, tal vez en el ámbito universitario ha sido rechazada la fotografía, una insistencia en dejarla entrar. Cuál es tu opinión?

Qué te puedo decir, me da la impresión que son pocos los buenos profesores que hay en el ámbito universitario. ¿Cómo se midió la calidad de los profesores o críticos en los comienzos de la llegada de la Fotografía a la Universidad? Posteriormente basta con haber obtenido algún Certificado o Diploma y ya puedes ser profesor de Fotografía. Algunos han hecho cosas, pero que no significa que sean buenos realizadores o buenos docentes. Además, para enseñar no basta ser un buen fotógrafo, se requieren cualidades y conocimientos de pedagogía. Los “opinólogos” de arte, si tú ves, lo que consideran bueno es aquello extraño, lo que es complicado, lo que normalmente la gente rechaza. Así ellos son indispensables. Van a ser los intérpretes del autor, van a decir de aquella fotografía que es mala, el porqué es buena, se vuelve indispensable, se le necesita, y por eso sobrevive y tiene actividad. Si tenemos fotos buenas, para que quisiera a alguien que venga a hacer crítica, para que quiero al opinólogo. Te crean todo un cuento alrededor de la imagen. Y eso es lo que se busca ahora. Tú vendes un cuento, no la fotografía, vendes la historia, y mientras más rebuscado y más estrafalario, tienes un cuento más novedoso que le va a servir al opinólogo para ser indispensable y traducir ese cuento a los mortales. Esa es su labor.


¿Tú crees en aquella fotografía que pesa por sí misma, que pesa por lo que es?

¡Exactamente!


¿En esa forma de arte?

¡En esa forma de arte!


¿Que cosa te gustarían que cambiaran a futuro, por ejemplo a nivel de CNCA?

Respecto del Consejo puedo decir que me impresiona que su manejo es muy político y no me gusta mezclar el Arte con la política. Veo que apoya más a los que lucran con el Arte que a aquellos que lo hacen sin fines de lucro y que, por lo tanto, necesitan más ayuda. Creo que el gobierno que esté de turno va a interpretar el Arte a su manera.
Pero a mí me interesa el tema del Arte en la Fotografía, y lo que sugiero a los artistas es lo siguiente: hágase su propia opinión, no haga caso de los opinólogos, tenga su opinión propia. Sea capaz de decir con fuerza y sin miedo o vergüenza, ¡ésto no me gusta, o ésto me gusta! según sea el caso. Dejar el snobismo o la moda de lado. Quién mejor que los pares para que critiquen nuestra obra.
Tampoco los títulos de Federación son un referente. Un título no es sinónimo de calidad. Se obtienen en competencias y significa tan solo que en cierta oportunidad unas personas consideraron que tu obra fue la mejor o simplemente que tuvo la calidad suficiente para ser exhibida en un Salón. Hay personas con varios títulos, pero que nunca han sido los ganadores de una de estas competencias. Lógicamente los de mayor rango deben ser buenos o muy constantes en sus participaciones, pero no existe una relación directa entre un título y la calidad. Un fotógrafo con menos premios puede a mi juicio ser mejor que uno con muchos títulos. Los títulos son circunstanciales. Un concurso debiera medir eficiencia, efectividad; por ejemplo de diez fotos enviadas a concurso, se premian cinco: eso sería más representativo de que un título sea proporcional a la calidad. Pero insisto que las competencias son propias del Deporte y no del Arte.


¿Pero el concurso o el salón lo consideras importante?

Hay que precisar. Me interesa el Salón, la muestra, la exhibición. El concurso para llegar a él, y sobre todo el dar premios o puntos no.
El concurso es una competencia. ¿Cómo podrías imaginar una competencia entre Kandinsky, Van Gogh, Velázquez, Picasso, Rembrand, etc.? ¿Cómo podrías decir éste es el mejor y aquel es tercero? Cada uno tiene sus propias cosas que expresar y maneras distintas de hacerlo.
El concurso tiene su lado bueno. Saca de la inercia al club. Mueve a la gente y la mantiene activa en su producción, aunque las entrena a competir y no a expresar sus propuestas personales. En ese sentido es bueno, y la muestra siempre es importante. Es el sentido final de la producción artística.


Entrevista realizada por M. Meza para Fotometria.cl en Valparaíso, 14 de Febrero de 2008.


Entrevista a Marcelo Tapia Donoso



ENTREVISTA
MARCELO TAPIA DONOSO
(por Marco A. Meza, 20 de Agosto de 2007)


Qué proyectos has realizado y/o estás trabajando actualmente ?

Hasta ahora tengo una exposición montada que se llama “Troles, Ciudad y Movimiento” y está siendo expuesta en la sala 2010 de Cerro Alegre (Montealegre 138), y es un proyecto que desarrollé hace unos años y que relaciona a estas añosas máquinas con quienes normalmente nos subimos a ellas y todo el entorno, es decir la ciudad entera. Éstas son fotos en blanco y negro, reveladas y copiadas en mi taller en un papel fibra Ilford Multigrado, de 40x50 cm.

Ya tengo varios años en la fotografía y he fotografiado esta ciudad desde mi perspectiva de fotógrafo de prensa mientras trabajaba en El Mercurio de Valparaíso y también como fotógrafo independiente estos últimos cuatro años, así que tengo un material que quiero mostrar pronto, además de otras fotos de paisaje en blanco y negro también, que es un tema que me apasiona mucho.

Éstos proyectos en los que me desarrollo son parte de la inquietud que creo tenemos todos de mostrar lo que vemos y sentimos, nuestros sentimientos proyectados en imágenes de la realidad, de lo que sucede o está ahí y creo que si bien hay espacios abiertos para la fotografía falta más entendimiento y deseo por ver las imágenes, como que la gente no conecta con este maravillosos mundo, con lo que podemos ver a través de un autor, tal vez por falta de difusión de las exposiciones que están en marcha o que se van a abrir o simplemente porque no hay interés... cosa que no quiero pensar que sea la verdadera causa.


Tómale el pulso a la situación actual de la fotografía, como ves esta celebración del día nacional de la fotografía?, Cómo ves la fotografía en nuestro país en los próximos años?

Hace más de un año ni siquiera yo tenía idea de la celebración del día nacional de la fotografía hasta que me invitaron a participar en una proyección colectiva con la gente de Cámara Lúcida, así que me imagino que en general la gente que no gira en torno al medio menos debe saber, y me preocupo especialmente por la gente que no está ligada a las imágenes porque es a ellos a quienes debemos entregar nuestro trabajo, independiente que éste también sea criticado por gente que sabe, pero es a las personas comunes y corrientes a quienes debiéramos cautivar con el tema, para que en la conciencia colectiva exista ese cariño por la fotografía como un medio de perpetuidad de nuestra historia y patrimonio.

Soy optimista, en todo aspecto, y desde este punto de vista veo que para adelante la cosa se viene bien, que los espacios estarán y que la gente podrá disfrutar de una amplia variedad de propuestas que se ofrecen. Hay muchos fotógrafos trabajando en sus temas y esto nos dice que la producción es prolífica y que habrá mucho que ver... solo falta que los espacios se abran y que la gente crea en ellos, nosotros como autores y el público como lectores de imágenes.


Cuales son los elementos o propuestas que resultan relevantes en el desarrollo de tu quehacer fotográfico.

Respecto del trabajo en la fotografía comercial que desarrollo, me inclino por la fotografía industrial, aunque hay muchas áreas que me gustan, ésta es de especial interés para mí por la facilidad de componer que se da y la versatilidad de los elementos en la escena. Pero en estos momentos hago bastante foto editorial y de eventos, cuento con equipo de iluminación básico pero funcional y me desenvuelvo de una manera óptima para entregar el producto que se me pide, y gracias a mi experiencia como fotoperiodista tengo un “plus” especial con la foto de eventos.
En cuanto a proyectos personales y de trabajo, lo que me mueve es la gente, los lugares y la interacción de ellos, así también la naturaleza y las estructuras, por lo tanto mi trabajo personal lo dirijo hacia allá, un poco me reparto entre los gustos que tengo y las inquietudes que me mueven. Y en lo comercial estoy potenciando la imagen para entregar mis propuestas y poder ampliar mi cartera de clientes.

www.marcelotapia.cl

LUIS GONZÁLEZ PALMA

LUIS GONZÁLEZ PALMA, fotógrafo guatemalteco, nacido en 1957. De profesión arquitecto, se dedica a la fotografía desde 1984.

Para entender la obra de González Palma habría que hacer una pequeña referencia al movimiento de vanguardia de la fotografía latinoamericana.

Si bien es cierto que el descubrimiento de nuestro continente obedece en orden histórico al Renacimiento, el aporte de los conquistadores es de un profundo oscurantismo que tiene particular desarrollo en nuestra cultura continental, en donde la moral religiosa, católica, marca un distingo en nuestros pueblos, una manera de ser y es ésta caracterización lo que ha de ver el mundo desarrollado con especial interés. Es que América tiene un desarrollo distinto a la experiencia de otras latitudes. Esta experiencia nos aporta una identidad que ha quedado plasmada en la fotografía latinoamericana entre otras manifestaciones artísticas e intelectuales.

Y son aquellas manifestaciones de identidad lo que a nivel mundial ha llamado la atención.

El trabajo de González Palma se inserta en estas manifestaciones, fotografiando caracteres de la raza que arrastran una iconografía propia de nuestro mundo religioso y filosófico, creando y/o representando personajes del ideario colectivo.

La observación de sus obras nos lleva a un reencuentro de personajes que han estado en la memoria común, nos sumerge en lo más profundo de nuestra cultura. Y es allí, en esos orígenes donde el artista se ha aferrado.



M. Meza 2007.


ALGUNOS LINKS DE INTERÉS DE LUIS GONZÁLEZ PALMA

http://www.literaturaguatemalteca.org/luisgonzalezpalma.htm

http://www.artnet.com/artist/678536/luis-gonzalez-palma.html

http://www.zonezero.com/magazine/articles/castro/gonzsp.html

http://www.cefvigo.com/galego/galeria_gonzalezpalma.htm

http://universes-in-universe.de/car/venezia/bien51/esp/latam/img-08.htm

http://www.arteamundo.com/invitados/luisgonzalezpalma/








Julio García Romero: Una vida de compromiso

Julio Gercía Romero: Una vida de compromiso.
por Juan Carlos Arriola en http://memoriabarrioohiggins.blogspot.com




Julio García Romero junto a Juan Carlos Arriola en Laguna Verde 1992



Hace 2 años, el día 19 de Abril de 2005, en la ciudad de Quito, Ecuador, fallecía entre bombas lacrimógenas de alto poder, Julio García Romero, chileno, de profesión fotógrafo y activo militante social.

Esa noche, centenares de personas, entre ellas mujeres y niños, participaban de una multitudinaria marcha pacífica que exigía la dimisión del Lucio Gutiérrez, Presidente de Ecuador en un cuadro de crisis política. Lamentablemente, debido a la represión brutal por parte de la policía y en un intento de auxiliar a un niño, Julio García se expuso a los letales gases lacrimógenos que inundaban las calles de Quito. Pese a los esfuerzos, Julio falleció rumbo al hospital debido a un paro cardiorrespiratorio.

Comparto con ustedes el haber conocido personalmente a Julio García, el año 1992, a propósito de un trabajo que realizó en Valparaíso. Estuvo alojado en casa de un amigo y en varias ocasiones, entre música y aguardiente, pudimos dialogar con él y conocer algo de su multifacética y comprometida vida en favor de la justicia y los derechos humanos, en particular de los pueblos aborígenes de Ecuador, su segunda tierra.

Julio era aficionado a la excursión y las caminatas, de hecho participó en Ecuador en expediciones de carácter histórico. Fue así también que tuvo la posibilidad de conocer y recorrer Ramaditas, desde Calle Cantú hasta Cuesta Colorada. Debido al entusiasmo, terminamos caminando hasta Laguna Verde a través de la Cuesta Balmaceda en el verano del '92.

De su paso por Ramaditas, conservo un cassete de Lucha Reyes, que me regaló y una fotografía al final de la caminata en Laguna Verde.
El gobierno ecuatoriano ha reconocido y valorado su labor y en el segundo aniversario de su muerte y ha convocado e instaurado el Premio Nacional de Fotografía “Julio García Romero”.

Pese al tiempo transcurrido, me pareció importante recordar a Julio y dedicarle este espacio, como agradecimiento por su trabajo en Ecuador junto a las comunidades indígenas y Monseñor Leonidas Proaños, entre otras personas y organizaciones sociales.
Comparto con ustedes, además, un artículo de Luis Sepúlveda, amigo de Julio, quién le dedicó una editorial en Le Mode Diplomatique.


E l “S i e t e”

A Julio García Romero los ecuatorianos le llamaban “Manito”, pero los chilenos del exilio siempre le dijimos “El Siete”, porque tenía solamente siete dedos portentosos, capaces de dibujar, pintar, y lo que hiciera falta para reunir dinero en las campañas solidarias con las compañeras y compañeros que vivían en Chile bajo la atroz dictadura.

Militamos juntos en las filas socialistas, y hoy comparto la tristeza de “Renato”, “Gabriel”, “Pato”, “Rosario”, “Ciro el Pampino” y tantas y tantos compañeras y compañeros que compartimos con él las aventuras del “Taller del Batán”, a dos pasos del taller de Oswaldo Guayasamín, en ese Quito luminoso y solidario que nos recibió con los brazos abiertos y nos permitió curar las heridas abiertas el 11 de septiembre del 73.

Julio García, “El Siete”, bajito y fuerte, con gesto malhumorado para disimular un corazón que se le escapaba por todas partes, y una barba cerrada que no conseguía ocultar su rostro de hombre noble, de compañero de los mejores, amó al Ecuador con pasión y, consecuente, se empeñó en una labor pedagógica muy chilena para dotar a la izquierda ecuatoriana de argumentos de peso en las manifestaciones contra la dictadura de Rodríguez Lara –“El Bombita”-, y los posteriores ѧobiernos que se caracterizaron –salvo el de Rodrigo Borja- por declarar que el país estaba al borde del abismo y que había que dar un paso adelante. El mayor insulto de los ecuatorianos era tratar de “felón” a los canallas, y fue gracias a la pedagogía del “Siete” que muy pronto la izquierda ecuatoriana contó con un respetable inventario de puteadas.

Trabajamos juntos diseñando campañas de alfabetización junto a Vidal Sánchez, para enseñar a leer sus derechos a los indígenas y campesinos de Imbabura. Muchas veces lo vimos furioso frente al inhumano trabajo de los cargadores de la Avenida 24 de Mayo, o frente al discurso de los curas que bendecían la explotación y el sufrimiento en la ciudad de las cien iglesias.

Escribo éstas líneas y veo a mi hermano Julio, “El Siete”, cuando para la navidad de 1977 se le ocurrió fabricar los primeros caballos balancines del Ecuador. Los dibujó, diseñó, cortó, pintó, y salimos con una enorme rebaño de caballitos de madera a ofrecerlos como la novedad del año. No vendimos ni uno, y mientras reflexionábamos si acaso los niños quiteños tenían una incapacidad congénita para la equitación, Julio los ordenó en una impecable formación a lo largo de la Avenida Amazonas, y declaró que habíamos hecho la mejor réplica del Séptimo de Caballería.
Y también lo veo cuando la sed de justicia aconsejó que había que luchar en Nicaragua. Allá marchó “El Siete”, en silencio, y también cumplió en la tierra de Sandino con su deber de socialista.

Muchas veces, mirando desde San Rafael el Valle de Los Chillos y sus cientos de arco iris, comentamos que Ecuador era un hermoso país para vivir y ser felices. “Y también para morir”, agregaba Julio, pues no podía dejar de ver la atroz realidad del latifundio en la idílica naturaleza andina.

En otras ocasiones y mientras nos echábamos unos tragos de ron San Miguel, entonábamos una absurda cancioncilla que “El Siete” adoraba. Era la propaganda de un banco y decía: “este es el Ecuador/ un país lleno de historia/ donde la naturaleza/ puso sabor y belleza”. Sabor y belleza que no conocen el más de un millón de ecuatorianos que se ha visto obligado a emigrar para escapar de la miseria. Esos hermanos latinoamericanos que, gobernados por corruptos como Bucaram, o mediocres iluminados como Lucio Gutiérrez, tuvieron que aceptar la dolarización de sus economías, renunciando con eso a la mínima dignidad nacional de tener una moneda propia, y con cada vez menos dinero para solventar sus necesidades. Por ellos murió Julio. Por ellos dejó la vida “El Siete”.

Julio García Romero era un chileno y más que eso; era un internacionalista de corazón, era un periodista sin más acreditivo que el coraje, era de los que- como dice el poema de Brecha- “los que luchan toda la vida, esos son los imprescindibles”. Era un socialista genuino, de la escuela de Allende. Era “El Siete”, coño. El Siete.

*Luis Sepúlveda es escritor, adherente de ATTAC y colaborador de Le Monde Diplomatique.
----------------------------------------------




TRAYECTORIA DE JULIO POR LA VIDA

Julio Augusto García Romero nació el 17 de agosto de 1947, en Santiago de Chile, en una casona vieja del norte de la ciudad. Fue hijo de Lidia Romero Rojas y Raúl Antonio García Garrido.

Su familia era de escasos recursos y su papá murió cuando él tenía unos 4 años; ahí la familia se disgregó y cada uno de los 3 hermanos (Willy, Julio y Manuel) se fueron a casas de familiares. Julio se fue a vivir donde una de sus abuelas, en un cité o conventillo cercano al Cementerio General de Santiago.

No siguió la educación formal, se arrancaba de las escuelas y nunca avanzó mucho en el marco del sistema educativo.

Como a los 16 ó 17 años se fue a la ciudad de Arica, 2.000 kms al norte de Santiago, en la frontera con el Perú. Después de trabajar en diferentes oficios (como ayudante de un empresario, empleado del hipódromo, entre otros) se incorporó al mundo de las fábricas automotrices que se habían instalado en Arica para abastecer el mercado chileno, siendo soldador en la Nissan entre 1965-67, soldador, matricero y supervisor en la fábrica Citroën entre 1968 y 1973. Además, hizo sus estudios secundarios en el Colegio Técnico DECAL entre 1966 y 1972, egresando como matricero

A mediados de los años 50 su madre conoció a don Hernán Cortez Adarme, trabajador industrial y militante comunista, con quien se casó. Julio estableció una gran relación con él y lo quiso como su propio padre, recibiendo muchas enseñanzas de vida que recordó siempre. De ese matrimonio nacieron otros dos hermanos: Nancy y Miguel Angel.

En 1970 fue elegido presidente de la República el Dr. Salvador Allende. Julio se comprometió con el gobierno de la Unidad Popular y apoyó el proceso político y social que impulsaban Allende, los partidos de la UP y los sectores populares. Participó con entusiasmo en sacar adelante la fábrica, que pasó a formar parte del área social de la economía. En ese período además, Julio fue elegido dirigente sindical de la Citroën por sus compañeros de trabajo.

Después del golpe militar del 11 de septiembre de 1973, la casa de Julio fue allanada por los militares en busca de un dirigente del Movimiento de Izquierda Revolucionaria MIR. El dirigente no estaba en la casa pero se llevaron a Julio, quien pasó varios meses en la cárcel, habiendo sufrido privaciones y tortura como los miles de chilenos que fueron llevados a campos de concentración durante los primeros años de la dictadura.

Al salir en libertad fue seguido y hostigado por lo que decidió buscar mejores oportunidades en la fronteriza Bolivia. No tuvo éxito en Bolivia y regresó a Arica. Los militares nuevamente lo detienen “porque si” y después de eso decide ir más lejos. En principio pensaba llegar hasta Canadá, donde llevaba recomendaciones de sus jefes en la fábrica Citroen, pero el destino quiso que su camino se detuviera en Quito.

Llegó al Ecuador en julio de 1975 y rápidamente fue organizando su vida asentada en Quito. En 1976 ingresó a la carrera de Diseño Teatral en la Escuela de Teatro de la Facultad de Artes de la Universidad Central, para cuyos estudios contó con el apoyo de dos organismos internacionales de solidaridad con los exiliados chilenos: UIEF y WUS. En la Escuela de Teatro encontró un amplio campo para el desarrollo de sus habilidades, participando en el montaje de varias obras de teatro y cine. Entre ellas, hizo el diseño de iluminación de “María Coraje” de Bertold Brecht, que presentó el elenco de la Escuela de Teatro en Quito, Guayaquil y Cuenca en 1978; la iluminación de “Danzas y bailes del Ecuador”, bajo la dirección de Franklin Rodríguez, que representó al Ecuador en el Festival Mundial de Teatro de Caracas en 1978, con la participación del grupo indígena amazónico “Los Yumbos Chaguamangos” y la escenografía, vestuario e iluminación de la obra “Banda de Pueblo” de José de la Cuadra, que también bajo la dirección de Franklin Rodríguez representó al Ecuador en el Festival Panamericano de Teatro realizado en San Juan de Puerto Rico en julio de 1979, como complemento cultural de los Juegos Panamericanos.

En el cine, fue asistente de iluminación en el largometraje francés “Los espejismos del trópico” en 1982, en el largometraje alemán “Nuestro hombre en la jungla” en 1985y director artístico en el largometraje sueco “El tren al cielo” en 1988.

Al mismo tiempo, fue perfeccionando su relación con la cámara fotográfica, gracias al apoyo de su amigo Exequiel Sagredo, y fue especializándose en reflejar el avance de los movimientos sociales. En 1982 entró a trabajar a CEDIS-CEDEP siendo responsable de la fotografía tanto de las diversas publicaciones que se editaron en esos años (sobre las huelgas nacionales, la masacre de Aztra, Monseñor Proaño, la depredación de la palma africana, la población del Valle del Chota y muchas otras) como para el boletín informativo semanal “Punto de Vista”. Como fotógrafo de este medio registró los hechos más importantes ocurridos en el Ecuador y además acompañó todo tipo de entrevistas, a personalidades políticas, a dirigentes sociales e indígenas o a figuras latinoamericanas que visitaron el Ecuador en esa década, como Fidel Castro, Daniel Ortega, Liber Seregni, Tomás Borge, Ernesto Cardenal, Silvio Rodríguez, Pablo Milanés y muchos otros. También mantuvo un constante seguimiento a figuras ecuato-rianas como Tránsito Amaguaña, Oswaldo Guayasamín, Nela Martínez, etc. Además, proveyó regularmente de material fotográfico a diversas publicaciones como el boletín “Derechos del Pueblo” de la CEDHU, el periódico La Tierra del PSRE, a publicaciones del ILDIS, al Diario Hoy, entre otros. En CEDIS fue también encargado del archivo audiovisual, lo que le permitió relacionarse con todo tipo de organizaciones sociales del Ecuador, que a diario llegaban a la institución a solicitar el préstamo de videos.

Como amante de la naturaleza, acumuló también centenares de fotografías de los diversos lugares del Ecuador, ya que recorrió hasta sus más escondidos pueblos y aldeas. Además, le gustaba hacer excursiones por las montañas de la sierra. Por ello, un hito muy importante en su vida fue haber participado en dos expediciones a los Llanganati, en 1991 y 1993, con su amigo Daniel St-Onge, que coordinó y dirigió dichas excursiones. Juntos, además, pensaban hacer la caminata a Santiago de
Compostela que se realiza anualmente en Galicia, España.

Julio ha acumulado miles de fotografías que dan cuenta principalmente de las luchas populares en el Ecuador: las huelgas nacionales contra el gobierno de Osvaldo Hurtado, el No a León, los levantamientos indígenas de los 90, todos los hechos importantes quedaron registradas en su cámara.

En 1991 intentó iniciar una nueva vida en Chile. Su inquietud social lo llevó a visitar permanentemente a las últimas presas políticas de la dictadura que quedaban en prisión, haciendo incluso la foto de la portada del libro de poemas de Belinda Zubicueta, última presa política liberada en 1994. Viajó por diversas ciudades de Chile con una exposición fotográfica sobre los 500 años en 1992 y trabajó en un proyecto para organizar a los recolectores de papeles y cartones en Santiago. Sin embargo no se encontró a gusto con el modelo de sociedad imperante en Chile y en 1993regresó al Ecuador, donde los indígenas y la gente común le llenaban sus sentidos de humanidad, sencillez, respeto y cariño.

En esta última etapa Julio se dedicó principalmente a la producción de audiovisuales, en especial para mostrar el trabajo que desarrollan las diversas empresas campesinas que apoya el Fondo Ecuatoriano Populorum Progressio FEPP, en la sierra, la costa o el oriente. Con su cámara y con el aporte de su compañera Charito Parra produjeron videos en diversos formatos e idiomas sobre las múltiples actividades que impulsa el FEPP en las comunidades campesinas del Ecuador.

Su trabajo anónimo, silencioso, esforzado, constante y consecuente ha significado una siembra que Julio no ha esperado: hoy se le reconoce en todo el mundo y se valora su compromiso con los pobres y con los oprimidos.

Su tarea no ha sido en vano, pero queda inconclusa.


JULIO EN FAMILIA

Luego de un accidente laboral, conoció a Jeannette Torres, con quien se casó en enero de 1972. De ese matrimonio quedan 4 hijas mujeres (Marisol, Paola, Janny y Gabriela) y 10 nietos, todos los cuales viven en la ciudad de Arica, en el norte de Chile.

En enero de 1981, producto de la relación que mantenía con Irma Hidalgo, ecuatoriana, estudiante de Teatro en la Facultad de Artes de la Universidad Central, nació su único hijo varón: Bruno Augusto, que vive en Venezuela.

En septiembre de 1978 fue detenido por pegar unos afiches que llamaban a recordar los 5 años del golpe de Estado en Chile con un homenaje a Salvador Allende.

En 1979, después de la participación en los Juegos Panamericanos de Puerto Rico, vía Panamá y Costa Rica, llegó a Nicaragua con la intención de cooperar a la construcción de una nueva sociedad por parte de la Revolución Sandinista recién triunfante, en donde estuvo 3 meses, regresando al Ecuador en diciembre de ese año.

Luego inició una larga relación de pareja con Rocío Peralbo, ecuatoriana de amplia y destacada trayectoria en la defensa de los derechos humanos, viviendo muchos años junto a Karol y Tania, en cuya crianza y desarrollo participó como verdadero padre.

En 1994 formó pareja con la periodista ecuatoriana Rosario Parra “Charito”, relación de la que quedan dos hijas pequeñas: Sisa de 9 años y Sami de 4 años.



.

Acerca de mí

Barrio O'Higgins, Valparaíso, Chile