Entrevista a Víctor Caffarena.

Víctor Caffarena H. (Santiago, 1944), médico – cirujano, estudios por cinco años de Derecho recientemente, activo por más de treinta años como artista fotógrafo, residente desde temprana niñez en Valparaíso, estudios en el Liceo Eduardo De La Barra y posteriormente en la ex Universidad de Chile de Valparaíso. Actualmente vive en Villa Alemana.

Gestor en la Federación Chilena de Fotografía; socio entre otros clubes del Centro Cultural Fotográfico de Villa Alemana y Juez Nacional de la Federación Chilena de Fotografía. Ha sido desde una modesta posición un gran estudioso, facilitador de técnica y reconocido profesor de composición en fotografía a nivel nacional en el ámbito de los clubes asociados a Federación.


¿Víctor, que es una buena fotografía?

Si me lo preguntas, es porque crees en la diferencia entre buenas y malas ya que la tendencia del Arte Contemporáneo es decir que no hay fotografías malas.
En primer lugar hay un aspecto técnico que lo consideran quienes saben de técnica fotográfica. Acá podemos decir que hay fotografías buenas y malas.
En el aspecto artístico, es como decir, por ejemplo, voy a tocar el piano, y puedo hacerlo; pero me recordarás solamente por hacerlo sonar. ¡Y mal! Pero quien sabe de composición musical y ejecuta una pieza, lo recordarás con agrado aunque la melodía sea muy triste. El que no sabe de música dirá me agrada o no, pero no podrá decir si la pieza escuchada es buena o no. El que entiende de música, (los músicos entienden) sabrá además si la ejecución fue buena regular o mala.
Eso es lo que busco en la fotografía. Para mí, ésa es la idea. Una buena fotografía es aquella que la recuerdas con agrado, que te produce una emoción positiva o te transmite exactamente lo que el artista quiso hacer sentir al espectador. Una buena composición, como en todas las artes visuales, no es una moda ya pasada. Uno tiene que dominar ese lenguaje para producir sensaciones en los que observarán tu fotografía. Lograr que sientan lo que tú pretendes hacerles sentir.


¿Cómo han sido estos años dedicados a la fotografía, como te iniciaste?

Hice mi primer curso de Fotografía en el año 1975 en el Foto Cine Club de Valparaíso. Por mi profesión (médico – cirujano) necesitaba hacer un registro del antes y el después de una intervención, y hacerlo técnicamente bien. Tuve buenos profesores: Natalio Pellerano, Arturo Arenas, Manuel Opazo, Gastón Quintela y otros más que no recuerdo. De quién más aprendí fue de Gastón y sobre todo, por la voluntad y paciencia, de Manuel Opazo, contemporáneo mío ya que los otros han fallecido.

Fui fundador del Fotocine Club de Quilpué con Raúl Oberreuter entre otros, y también del desaparecido primer Fotocine Club de Viña del Mar. También en aquella época fui Presidente por dos períodos de la Federación Chilena de Fotografía, y recuerdo que por primera vez llevamos una Convención fuera de Santiago, incorporamos clubes de la zona Sur, que debían tener representantes en la Federación y que por distancia me pidieron que los representara. Así me hice también socio del Club de Concepción, y hoy soy Socio Honorario de los clubes de Concepción, Talcahuano y Huachipato. Pertenecí también al Foto Cine Club de Valparaíso en mis primeros años en la Fotografía.

Hasta diciembre pasado (2007) fui nuevamente Presidente del la Federación, con el compromiso de estar año con los socios del Sur, quienes son en grupo los más activos actualmente. Hoy el Presidente es Raúl Oberreuter y sigo en la Federación como Secretario de Actas.


¿Has estado más de treinta años en la fotografía, cómo visualizas la situación a nivel país en donde contamos con fondos públicos?, Lo más emblemático es Fondart.

Es difícil para los clubes el generar proyectos por el compromiso que significa el involucrarse con responsabilidad. El tiempo a dedicar es importante y hay que cumplir los compromisos en plazos establecidos. Esto complica un poco a los fotoclubes porque sus socios le dedican el tiempo destinado a afición en forma muy parcial y con mínima responsabilidad administrativa. Sin embargo, lo consideramos una buena opción. Recientemente el Fotocine Club de Chile ganó una propuesta al cumplir 70 años de existencia realizando una exposición en el Museo de Bellas Artes (actualmente en exhibición) con presencia de la Ministra del ramo. Un equipo de nuestra Federación también ganó un proyecto para la puesta en valor del patrimonio fotográfico de más de 3000 obras premiadas que posee. Hay una tendencia hacia estas instancias.


¿Como es el aspecto social?

A mí, la fotografía me ha dado muy buenos amigos, por ejemplo después de dar una charla a los socios del Sur, clases de composición, indiqué que “este tema les será de mucha ayuda en su trabajo y ojalá no lo olvidaran; pero si lo olvidan no importa. Lo que no deben olvidar es que por medio de la Fotografía harán muy buenos amigos, y esto sí es muy importante.”
Como dirigente a veces hay distintas opiniones en el manejo direccional y esto puede llevar a diferencias, pero esto es inherente a toda gestión directiva y las discrepancias no son personales. Los clubes generan muy buenas amistades. Dentro del Arte puedes ver que los fotógrafos son especiales en este aspecto. Se reúnen en clubes a nivel local, se asocian a nivel nacional e incluso internacional. Nuestra Federación está afiliada a la Federation Internationale de L’art Photographique (FIAP) con sede en Francia y reconocimiento de UNESCO. No tengo conocimiento que esto ocurra con otras ramas del Arte en forma tan fluida.


¿Como ves la inserción social de los clubes en su trayectoria en la sociedad?

Importante son las relaciones con las autoridades locales, nosotros como Club de Villa Alemana tenemos un gran apoyo por parte de la Municipalidad. Apoyo que nos hemos ganado respondiendo con seriedad y cumplimiento en las actividades propuestas. Hace un par de años se hermanó la ciudad de Villa Alemana con la ciudad de Belén, Israel. Se construyó una plaza, la actual Plaza Belén, y nos encargaron el registro fotográfico, el cual realizamos y agregamos por nuestra iniciativa, un video digital para el Alcalde de Belén y nuestras autoridades locales; por tanto hay una reciprocidad de apoyo que es muy positiva. La mayoría de los fotoclubes actúan de igual manera.


La Federación realizó una exposición de la comunidad de fotógrafos de Andorra en la Casa Crucero de Valparaíso, ¿cómo fue esa experiencia?


El Vicepresidente de FIAP, que además es el embajador cultural de Andorra, con quién estábamos en contacto desde el año pasado, viajó varias veces a Chile en función de una actividad realizada por el Consejo de la Cultura y las Artes, lo que nos sirvió para facilitar la gestión a través de su contacto personal y que culmina con esta exposición que seguirá exhibiéndose por distintos fotoclubes de Chile, y a su vez, obras de nuestros fotógrafos artistas se exhibirán en Andorra y España.
También tenemos socios que están en el extranjero y que por medio de las nuevas tecnologías como Internet permanecen en contacto y participando de nuestras actividades. Quisimos premiar su lealtad y compromiso con el club haciendo una exposición sólo con obras de estos ocho socios. Uno de ellos, Willy Suys, maestro FIAP, encargado de concursos FIAP, quién nos ha visitado en varias ocasiones, nos dio la idea de pedir patrocinio como exposición internacional a la FIAP. Así lo hicimos y logramos algo poco frecuente y único para nuestro país: una exposición internacional organizada por un club chileno y patrocinada por FIAP.


¿Cómo percibes la arremetida digital?

Lo que hace poco tiempo se pensaba como un futuro a plazo, es hoy el presente en Fotografía. Creo que lo negativo es el rechazo que provoca todo cambio, más aún si es en un corto período de tiempo. Esto significa que debes volver a aprender muchas cosas nuevas y practicarlas. Pero el lado positivo es inmenso y supera con creces lo negativo.

En un principio se discriminaba y se rechazaba en los distintos salones la fotografía digital. El Club de Villa Alemana fue uno de los primeros que decidió aceptar este tipo de soporte. Hoy ningún club la puede dejar fuera. La integra en la categoría tradicional o crea una sección especial digital, y esto está vigente gracias a un cambio de la reglamentación propuesta por nuestro club.

En lo personal partí muy precozmente como usuario de PC, cuando la fotografía digital era todavía inaplicable, por lo que la adopción de estas tecnologías no fue un problema. Ya hace bastante tiempo que no realizo fotografía tradicional, ahora hago sólo digital.


¿Que te gustaría a futuro para la fotografía?

Me gustaría que en Fotografía se considerara la imagen final, no importando su origen o el proceso para llegar a ella. Que sea la imagen final la que se valore como obra. Toda fotografía tiene un oficio, un rigor técnico que hoy se pretende desechar, pero se puede decir si una fotografía está técnicamente bien hecha. En fotografía hay parámetros, pero el decir que no existen fotografías malas yo no lo acepto. Tú como fotógrafo debes haber repetido varias veces una impresión porque considerabas que podría ser mejor aún. Yo me he gastado hasta cinco hojas para lograr lo que esperaba de una toma. Si uno puede encontrar estas diferencias menores, también será capaz de diferenciar cosas mayores.
En el trabajo fotográfico quién no sabe de técnica puede aceptar lo malo, si nunca ha experimentado o conocido por ejemplo la sensitometría o el sistema de zonas no sabrá que incluso hay instrumentos técnicos para medir aquello y será incapaz de diferenciar lo técnicamente bueno de lo que no lo es. Partiendo de lo técnicamente bueno, el resto es para los críticos, curadores o como se les denomine.


¿Por qué tenemos críticos de arte, de formación universitaria, que no ponen en valor la fotografía como tal, tal vez en el ámbito universitario ha sido rechazada la fotografía, una insistencia en dejarla entrar. Cuál es tu opinión?

Qué te puedo decir, me da la impresión que son pocos los buenos profesores que hay en el ámbito universitario. ¿Cómo se midió la calidad de los profesores o críticos en los comienzos de la llegada de la Fotografía a la Universidad? Posteriormente basta con haber obtenido algún Certificado o Diploma y ya puedes ser profesor de Fotografía. Algunos han hecho cosas, pero que no significa que sean buenos realizadores o buenos docentes. Además, para enseñar no basta ser un buen fotógrafo, se requieren cualidades y conocimientos de pedagogía. Los “opinólogos” de arte, si tú ves, lo que consideran bueno es aquello extraño, lo que es complicado, lo que normalmente la gente rechaza. Así ellos son indispensables. Van a ser los intérpretes del autor, van a decir de aquella fotografía que es mala, el porqué es buena, se vuelve indispensable, se le necesita, y por eso sobrevive y tiene actividad. Si tenemos fotos buenas, para que quisiera a alguien que venga a hacer crítica, para que quiero al opinólogo. Te crean todo un cuento alrededor de la imagen. Y eso es lo que se busca ahora. Tú vendes un cuento, no la fotografía, vendes la historia, y mientras más rebuscado y más estrafalario, tienes un cuento más novedoso que le va a servir al opinólogo para ser indispensable y traducir ese cuento a los mortales. Esa es su labor.


¿Tú crees en aquella fotografía que pesa por sí misma, que pesa por lo que es?

¡Exactamente!


¿En esa forma de arte?

¡En esa forma de arte!


¿Que cosa te gustarían que cambiaran a futuro, por ejemplo a nivel de CNCA?

Respecto del Consejo puedo decir que me impresiona que su manejo es muy político y no me gusta mezclar el Arte con la política. Veo que apoya más a los que lucran con el Arte que a aquellos que lo hacen sin fines de lucro y que, por lo tanto, necesitan más ayuda. Creo que el gobierno que esté de turno va a interpretar el Arte a su manera.
Pero a mí me interesa el tema del Arte en la Fotografía, y lo que sugiero a los artistas es lo siguiente: hágase su propia opinión, no haga caso de los opinólogos, tenga su opinión propia. Sea capaz de decir con fuerza y sin miedo o vergüenza, ¡ésto no me gusta, o ésto me gusta! según sea el caso. Dejar el snobismo o la moda de lado. Quién mejor que los pares para que critiquen nuestra obra.
Tampoco los títulos de Federación son un referente. Un título no es sinónimo de calidad. Se obtienen en competencias y significa tan solo que en cierta oportunidad unas personas consideraron que tu obra fue la mejor o simplemente que tuvo la calidad suficiente para ser exhibida en un Salón. Hay personas con varios títulos, pero que nunca han sido los ganadores de una de estas competencias. Lógicamente los de mayor rango deben ser buenos o muy constantes en sus participaciones, pero no existe una relación directa entre un título y la calidad. Un fotógrafo con menos premios puede a mi juicio ser mejor que uno con muchos títulos. Los títulos son circunstanciales. Un concurso debiera medir eficiencia, efectividad; por ejemplo de diez fotos enviadas a concurso, se premian cinco: eso sería más representativo de que un título sea proporcional a la calidad. Pero insisto que las competencias son propias del Deporte y no del Arte.


¿Pero el concurso o el salón lo consideras importante?

Hay que precisar. Me interesa el Salón, la muestra, la exhibición. El concurso para llegar a él, y sobre todo el dar premios o puntos no.
El concurso es una competencia. ¿Cómo podrías imaginar una competencia entre Kandinsky, Van Gogh, Velázquez, Picasso, Rembrand, etc.? ¿Cómo podrías decir éste es el mejor y aquel es tercero? Cada uno tiene sus propias cosas que expresar y maneras distintas de hacerlo.
El concurso tiene su lado bueno. Saca de la inercia al club. Mueve a la gente y la mantiene activa en su producción, aunque las entrena a competir y no a expresar sus propuestas personales. En ese sentido es bueno, y la muestra siempre es importante. Es el sentido final de la producción artística.


Entrevista realizada por M. Meza para Fotometria.cl en Valparaíso, 14 de Febrero de 2008.


Entrevista a Marcelo Tapia Donoso



ENTREVISTA
MARCELO TAPIA DONOSO
(por Marco A. Meza, 20 de Agosto de 2007)


Qué proyectos has realizado y/o estás trabajando actualmente ?

Hasta ahora tengo una exposición montada que se llama “Troles, Ciudad y Movimiento” y está siendo expuesta en la sala 2010 de Cerro Alegre (Montealegre 138), y es un proyecto que desarrollé hace unos años y que relaciona a estas añosas máquinas con quienes normalmente nos subimos a ellas y todo el entorno, es decir la ciudad entera. Éstas son fotos en blanco y negro, reveladas y copiadas en mi taller en un papel fibra Ilford Multigrado, de 40x50 cm.

Ya tengo varios años en la fotografía y he fotografiado esta ciudad desde mi perspectiva de fotógrafo de prensa mientras trabajaba en El Mercurio de Valparaíso y también como fotógrafo independiente estos últimos cuatro años, así que tengo un material que quiero mostrar pronto, además de otras fotos de paisaje en blanco y negro también, que es un tema que me apasiona mucho.

Éstos proyectos en los que me desarrollo son parte de la inquietud que creo tenemos todos de mostrar lo que vemos y sentimos, nuestros sentimientos proyectados en imágenes de la realidad, de lo que sucede o está ahí y creo que si bien hay espacios abiertos para la fotografía falta más entendimiento y deseo por ver las imágenes, como que la gente no conecta con este maravillosos mundo, con lo que podemos ver a través de un autor, tal vez por falta de difusión de las exposiciones que están en marcha o que se van a abrir o simplemente porque no hay interés... cosa que no quiero pensar que sea la verdadera causa.


Tómale el pulso a la situación actual de la fotografía, como ves esta celebración del día nacional de la fotografía?, Cómo ves la fotografía en nuestro país en los próximos años?

Hace más de un año ni siquiera yo tenía idea de la celebración del día nacional de la fotografía hasta que me invitaron a participar en una proyección colectiva con la gente de Cámara Lúcida, así que me imagino que en general la gente que no gira en torno al medio menos debe saber, y me preocupo especialmente por la gente que no está ligada a las imágenes porque es a ellos a quienes debemos entregar nuestro trabajo, independiente que éste también sea criticado por gente que sabe, pero es a las personas comunes y corrientes a quienes debiéramos cautivar con el tema, para que en la conciencia colectiva exista ese cariño por la fotografía como un medio de perpetuidad de nuestra historia y patrimonio.

Soy optimista, en todo aspecto, y desde este punto de vista veo que para adelante la cosa se viene bien, que los espacios estarán y que la gente podrá disfrutar de una amplia variedad de propuestas que se ofrecen. Hay muchos fotógrafos trabajando en sus temas y esto nos dice que la producción es prolífica y que habrá mucho que ver... solo falta que los espacios se abran y que la gente crea en ellos, nosotros como autores y el público como lectores de imágenes.


Cuales son los elementos o propuestas que resultan relevantes en el desarrollo de tu quehacer fotográfico.

Respecto del trabajo en la fotografía comercial que desarrollo, me inclino por la fotografía industrial, aunque hay muchas áreas que me gustan, ésta es de especial interés para mí por la facilidad de componer que se da y la versatilidad de los elementos en la escena. Pero en estos momentos hago bastante foto editorial y de eventos, cuento con equipo de iluminación básico pero funcional y me desenvuelvo de una manera óptima para entregar el producto que se me pide, y gracias a mi experiencia como fotoperiodista tengo un “plus” especial con la foto de eventos.
En cuanto a proyectos personales y de trabajo, lo que me mueve es la gente, los lugares y la interacción de ellos, así también la naturaleza y las estructuras, por lo tanto mi trabajo personal lo dirijo hacia allá, un poco me reparto entre los gustos que tengo y las inquietudes que me mueven. Y en lo comercial estoy potenciando la imagen para entregar mis propuestas y poder ampliar mi cartera de clientes.

www.marcelotapia.cl

Acerca de mí

Barrio O'Higgins, Valparaíso, Chile